Hotel
Resguardado en la Camarga, nuestro hotel con encanto y carácter aspira a estar en armonía total con la naturaleza. Es un lugar para la desconexión y el descanso, pero también para el descubrimiento. Aquí, una vez depositadas las maletas, uno no se ocupa ya de nada. Con los propietarios siempre atentos, listos para dar consejos, el hotel funciona más bien como una pensión. Un remanso de paz lejos del bullicio de las ciudades, donde da gusto olvidarse de todo y relajarse viendo pasar flamencos, fochas, garzas, patos silvestres y golondrinas.
El hotel cuenta con 15 habitaciones totalmente independientes y comunicadas por un pontón de madera. Todas las habitaciones disponen de magníficas terrazas privadas de madera, separadas unas de otras por elegantes cortinas de brezo.
La serenidad destaca también durante las comidas en la zona del bar. La madera predomina en suelo y paredes, tanto en el interior como en el exterior, y armoniza con los tonos de arena y los elementos de decoración. El comedor, con su impresionante visto l la marisma, tiene una vocación íntima y cordial, zen y acogedora. Abierto para la cena y el desayuno, tiene cabida para hasta 40 personas. En los días en que el tiempo acompaña, se sirve en la terraza.