¿Bregando en verano? Puede que este año te quedes sin pisar la playa, pero eso no quiere decir que tengas que renunciar a un buen remojón. Para refrescarte no necesitas escaparte a La Manga: tienes un montón de ‘playas de interior’ con agua dulce, ¡y muy fresquita!
1. Embalse del Ebro (Valle de Valdebezana)
¿Te imaginas practicando windsurf en Burgos? No, no es una película de ficción. Es una realidad de lo más divertida, justo en la frontera cántabro-leonesa. Zambúllete en uno de los embalses más limpios del país, ¡y de los más grandes!
2. Playas del Ebro (Zaragoza)
El Ebro tiene caudal de sobra para formar embalses e incluso playas. A su paso por la capital maña, da vida a una cala artificial, con su arena fina y sus palmeras. Tiene de todo, hasta un canal de ‘aguas tranquilas’ para dar paseos en kayak con los críos.
3. La Gorga (Aínsa)
Hay pocos destinos veraniegos más fresquitos que el Pirineo aragonés, sobre todo si piensas darte un chapuzón en La Gorga. Menuda poza… Agua limpia, cristalina y natural, procedente directamente de uno de los pocos ríos vírgenes de Aragón, el Ara.
4. Garganta del Infierno (Jerte)
No te preocupes si el verano te pilla al norte de Cáceres, a cientos de kilómetros de la playa. Tienes la Garganta del Infierno, un ‘averno’ de agua helada, olas de piedra, cascadas, pozas y rutas bañadas por el cauce de Los Pilones.
5. Lago de Sanabria (Puebla de Sanabria)
Para agua helada la del lago de Sanabria, el más grande de la península. Es uno de los tesoros mejor guardados de Zamora, y tu oportunidad para relajarte este finde subido a una piragua en una ‘playa de interior’. El Pato, Viquiella, Lo Enanos, El Folgoso… hay de sobra: ¡elige la que más te guste!