Si la intensidad de la primavera se mide por la fragancia de las flores, en Lisse seguro que la viven al máximo. Como buena ciudad holandesa, la llegada del buen tiempo se celebra con tulipanes, uno de los principales reclamos del país. Solo hay que pasarse por la localidad de Bollensteek para comprobarlo, justo en el corazón de una región que cuenta con el jardín de tulipanes más grande (y colorido) del mundo.
Se trata de la exposición floral de Keukenhof, un manto de fragancia profunda y colores vivos que se antoja infinito. Es lo que se siente al pasear entre millones y millones de flores, dominadas por los famosos molinos holandeses que pueblan la zona. Si tienes ganas de primavera y de fundir la cámara de fotos, las flores de Keukenhof te están esperando.